– Francia, Consagración a N.S. de Benoîte Vaux (1138)
- Peregrinación de la ciudad de Nancy a N.S. de Benoîte Vaux en 1642
El Angelus es una devoción en honor del misterio de la Encarnación, que tiene sus raíces en la Edad Media y su origen en la tradición franciscana. Al sonido de la "campana del Ángelus", durante el descanso de la mañana, los cristianos veneraban a la Virgen María recitando tres Avemarías intercaladas por tres versículos de la Biblia. El primero dijo: "El ángel del Señor se llevó el anuncio a María. Y ella concibió por obra del Espíritu Santo". Y luego: "He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra." Se termina con un verso final: "Y el Verbo se hizo carne. Y habitó entre nosotros."
Con el tiempo, comenzaron a recitar la oración más de una vez al día: a las 6 de la mañana, las 12 y las 18 horas. En el siglo XV, el Papa Calixto III se dio cuenta de que la llamada a la oración del Ángelus con campanas, se parecí a la costumbre de los musulmanes que escuchan la misma llamada a la oración desde los minaretes.
En esos tiempos de guerra contra los turcos, se establece, entonces, el vínculo entre las dos oraciones - cristiana y musulmana - y el Ángelus fue prescrito a Roma con el fin de obtener la protección de la Virgen frente a estos enemigos de la fe católica.
Hoy en día, a la hora del Ángelus, sobre todo al mediodía, siempre hay grandes multitudes en la plaza de San Pedro en Roma.
Aleteia
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¿Quién es María?
Dios te salve, Maria, llena eres de gracia,
el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amen.